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La IA, contexto informal de interacción social digital y la formación de la persona

  • Foto del escritor: Beatriz Fainholc
    Beatriz Fainholc
  • hace 7 días
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: hace 3 días

El cambio educativo necesita ser estructural para afrontar el enorme impacto (denunciado pero aún poco cuidado) de  las nuevas situaciones, insumos y procesos sociales implicados con la irrupción/disrupción  tecnológica, en especial, de la inteligencia artificial generativa (IAG):


Muchos de sus rasgos y aplicaciones conducen a expandir un consumo inmediatista, que alteran la capacidad de pensar libremente y de imaginación creadora en la formación de las personas. Para algunos dicen estimularla, para otros, que obnubilan la mente y la conciencia. 

Estas dobles interpretaciones de la IAG presentan problemas de poder enfrentarse reflexivamente a sus impactos vistos sobre la vida cotidiana, más allá de una posible potenciación (positiva? sesgada, ocultadora, distorsionada?) en la  producción del conocimiento, al mismo que cómoda y eficiente, consigue pronta resolución a través de las tareas programadas, que la caracterizan. 


Sin embargo, la aceleración de los gigantes tecnológicos, con el diseño, producción y distribución/uso de artefactos y programas de las avanzadas  tecnologías-, con las consecuencias ya apuntadas, exacerba una desigualdad social, el gasto de electricidad dado por lo negativo para el cambio climático, los raros mecanismos de la financiación de la economía mundial, -que incluso compromete la soberanía-, y demás, conforman escenarios de una socialización, llámese de educación informal de la vida cotidiana, organizacional, educativa, incluso brindada en la difusión de estudios, entrevistas a especialistas, científicos críticos, y demás, que indican desde variados ángulos, una falta de concentración, cansancio crónico, brain -rot, etc.,), no muy halagüeños.


Un intento de superar la toma de decisiones indicadas dada   través de software automáticos de inteligencia artificial (IAG), - donde en la elaboración de sus criterios de diseño y desarrollo, en general, no tienen participación (por ahora) los usuarios, las organizaciones sociales, económicas, culturales y educativas, es darse más cuenta de la presión mediática de esta realidad. Para enfrentar, poder participar se impone  adquirir habilidades por las cuales se conoce, se lee, aumenta la  concentración , se aprende, se elabora y reelabora conocimiento, etc. en la interacción informal digital. 


Conforman un equipamiento  de saberes de los estudiantes, - evidenciado de todo nivel de la enseñanza-, o  los jóvenes que se insertan en la estructura laboral, en los grupos y  comunidades . En el caso de los  profesores y profesoras de instituciones educativas , los administradores/as para la conducción, capacitación empresarial, organizacional, etc., es central la toma de decisiones para la formulación de objetivos y selección de contenidos, diseño de actividades de aprendizaje, etc. que serán articulados e insertados en los programas de las plataformas diseñadas con IAG.


 Estos serán enseñados en programas formativos, unos de educación formal, otros no formales de capacitación, perfeccionamiento, etc. 

Entonces son limitadas las posibilidades aún, -aunque las investigaciones de IA progresan a pasos adelantadísimos-, para que los usuarios  compitan con máquinas avanzadas cercanas a la características de la mente de las personas (Kurzweil, 2012) y viceversa, donde las personas tengan voz  y potencia para que reinventen, re imaginen, modulan y controlan la ciega caja negra de los algoritmos de la IAG, frente a la enorme velocidad, escala, y transporte de  valores ,  y demás. 


Aprender y enseñar a proyectar cambios implican capacidades que partiendo de lo concreto con un análisis critico, no binario sino poli bifurcado-, visualizar mentalmente alternativas , para inventar alternativas en / y no solo para un presente no estable, sino para un futuro ya latente, aunque bastante desconocido.


Es decir, abstraerse individual y grupalmente del cortoplacismo, y proyectar en el tiempo un entendimiento de la poli-crisis mundial, la metamorfosis de los cambios de época de los ecosistemas globales, entrando a una nueva civilización.


En términos de investigación científico-tecnológica, ya se perciben  energías para que los usuarios sean los mayores protagonistas, al unísono con las  máquinas. Es decir, comprender más  su lógica, sus potencialidades de uso contextual y productivo, como sus limitaciones (Fainholc, 2024).


Lo que se representa como  “lo bueno y lo malo” del contexto apuntado en la interacción socio informática,  indica la ambigüedad y desconocimiento a la par de pronósticos contradictorios en materia  de aplicación económica, política, sanitaria, educativo-cultural,  medioambiental, etc., Esto depende de los países y regiones, y sus instituciones , que  decidirán o no, un ruido cognitivo a para un esclarecimiento de qué innovaciones son las pertinentes más en las  mentalidades que en lo tecnológico.


Es el momento de reconocer firmemente que los artefactos y software son concebidos por personas , aunque también por máquinas que diseñan y producen programas de IAG. Existen personas  unas más escépticas que otras, unas conscientes, y otras ansiosas y con temor del significado de alcanzar una IA general,  próxima o superadora de la inteligencia humana).

 

Entonces crear e imaginar proyectos con habilidades para diseñar  acciones concretas en el espacio de  una interacción digital social informal a nivel personal, familiar, organizacional, comunitario, etc.

 

Vamos por habilidades a ser “enseñadas” por la mediación de la IAG y “aprendida” como valiosa, adecuada y relevante y enseñada desde la más tierna infancia inscripta en la realidad de la interacción informal digital que se vive. 

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Se nota que el punto de partida y llegada son los humanos, donde se respiraba libertad física, mejoramiento mental y emocional, satisfacción y no imposición por la estandarización , opresión, alienación.


La generación de lo inédito, de  ensayar , experimentar  con IAG, aunque con dudas, y hasta fracasos, se revertirá con calma y paciencia en ser útil y productiva socialmente. ayuda a encauzar el pensamiento  reflexivo y audaz que implica el esfuerzo creativo, dispuesto a experimentar cambios óptimos a ser evaluados colectivamente.


Enseñar y aprender algunas de las siguientes habilidades epistemológicas para conocer y producir conocimiento virtual con la IAG, son contextualizadas en el espacio de la interacción social (socialización) informal, sin duda, pueden contribuir a lo enunciado antes.


Referencias

Fainholc, B (2024). La IA emocional ¿última frontera de la IA? Preguntas inquietantes. Blog TEAC. https://bfainhol.wixsite.com/blogteac/post/la-ia-emocional-%C3%BAltima-frontera-de-la-ia-preguntas-inquietantes

Kurzweil, R (2012). La singularidad está cerca. Lolabooks.

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