El cambio educativo necesita ser estructural para afrontar el enorme impacto (denunciado pero aún poco cuidado) de las nuevas situaciones, insumos y procesos sociales implicados con la irrupción/disrupción tecnológica, en especial, de la inteligencia artificial generativa (IAG): Muchos de sus rasgos y aplicaciones conducen a expandir un consumo inmediatista, que alteran la capacidad de pensar libremente y de imaginación creadora en la formación de las personas. Para algun