1-En los tiempos frágiles actuales de pandemia/ brotes ampliados de pandemia/ pospandemia o nueva normalidad, con todas las inseguridades primarias, obliga a reflexionar una reconstrucción epistemológica[1] de conceptos, prácticas, deseos, mentalidades, instituciones, y otros. Es emergente en los tiempos socioculturales de impredecible y generalizable crisis. Merece un serio estudio para decidir una posible reconfiguración socio-económico-cultural y, educativo, motivo de gran discusión en la actualidad.
En este contexto con la presencia monumental de la tecnología, indicase como proyección, pensar en una “educación hibrida”. Ello significa resemantizar una serie de aspectos educativos centrales, reconocidos anteriormente como constituyentes de una "innovación educativa" en general, y en particular, impulsada por la educación superior.
La educación hibrida transforma los espacios de socialización al focalizar el proceso de interacción
socio-tecnológico-educativo de la organización institucional, curricular y de aprendizaje cara a cara y virtuales combinados, agua corriente hoy día.
Intenta integrar lo más valioso de los entornos formativos, al capitalizar las fortalezas de las tecnologías
analógicas y digitales, paliando las dificultades con estrategias, experiencias y recursos educativos físicos y virtuales, para la promoción de la participación, el desarrollo de las habilidades requeridas para la resolución de problemas (metodología ABP, muy nombrada, pero poco aplicada) y sobre todo
el pensamiento crítico y creador.
Basándose en estos conceptos generales, la educación hibrida apunta a convertirse en una innovación
educativa al modificar los perfiles institucionales y/o alterar el orden organizacional y pedagógico establecido. En consecuencia, una innovación mira los pilares filosófico-epistemológicos que entre muchos elementos, sostienen las relaciones y procesos de liderazgo y comunicación institucional, los diseños de los entornos virtuales (EVA) para enseñar y aprender, de entender y actualizar la concepción de producir conocimiento y no sólo su distribución y consumo, que ha caracterizado tradicionalmente a la educación universitaria. Es decir, debería impulsar una revisita reflexiva referida a lo qué se hace y para qué, y cómo está haciéndose, si se trata de una inserción productiva y socialmente útil del conocimiento científico-tecnológico universal más actual.
2-La educación superior debe actualizarse, transformarse, reformularse en los procesos pedagógicos, de
investigación y extensión en sus prácticas institucionales y docentes. Hoy acordes a la cultural digital y la sociedad de la inteligencia artificial, donde su software atraviesa todos los estamentos y acciones
socioeconómicas, culturales y por ende formativas.
Una innovación educativa es proceso y producto de un cambio intencional, bien planeado (bien “plantado”), no improvisado, según una seria reflexión contextual para una intervención
pedagógica de múltiples, flexibles y pertinentes acciones. De este modo, se apuesta (aunque sin Certeza de logro) a aumentar las probabilidades de éxito de muchas reformulaciones articuladas, devenidas en configuraciones tendientes al mejoramiento social, al aumento de la productividad económica, y otros para impulsar la capacidad de agencia y de rescate de los talentos creativos.
Definitivamente se trata de un enfoque relacional que representa un giro epistemológico y de entendimiento.
La imaginación de alternativas para adelantar soluciones inéditas a probar en terreno, alimentarán la
investigación, arriesgará nuevos emprendimientos de modo maduro, solidario y respetuoso. Los estudios y los laboratorios de investigación , con una importante participación de profesores/as y estudiantes, inventarán posibles caminos creadores al debatir lo conocido para abordar lo desconocido.
4-Como se percibe, en todos estos campos interviene la variable educativa. La articulación de STEM/STEAM[2] avalan una innovación científica- tecnológica y/o artística en la educación superior, que debería ser útil, reusable y transferible a la práctica profesional y docente, principalmente remarcando el espíritu ético y democrático.
5-Para esto: un plan previo y, a su vez, previo al plan, ejecutar un trabajo sostenido en perspectiva de tendencias “glocales”, hoy de modo ineludible de interacción mediada por software. Finalmente, estas
consideraciones deben ser incluidas para transformar concepciones, entornos y diseños físicos y digitales.
Diseñar entornos educativos híbridos inscriptos en proyectos institucionales, curriculares y de
aprendizaje/enseñanza contextualizados con reflexividad (Giddens, 2006)[3], significa discernir -otra vez-, acerca de los marcos epistémicos y no-epistémicos,[4] de profunda penetración pedagógica, y por ende sociocultural, e institucional.
Decidir opciones críticas acerca de oportunidades y posibilidades es una propuesta epistemológica central considerando los variados aspectos en constante ebullición.
6-De este modo una constante indagación inserta en un movimiento critico-reflexivo, contextualizado,
acordado entre todos los actores y agencias sociales, es lo que constituye una genuina innovación, que otorgará significado pertinente a la generación, management, implementación, evaluación, de los planes y programas, y así a la producción de conocimiento científico-tecnológico, educacional , artístico,
otros.
Lo expuesto implica una revisión de la racionalidad técnico-instrumental actual subyacente al proceso de creación, difusión y aplicación del conocimiento científico-tecnológico, -producido en la Universidad-, que debería reconsiderar los significados y valores de una singularidad y complementariedad (aunque parezca paradójica) con una lógica comunicativa-socio expresiva.
Ello es considerado una real misión de la educación superior inspiradora de innovaciones educativas hoy, entre miles, la organización de una educación hibrida formativa.
Es de esperar que se imagine una reconstrucción epistemológica sostén de una buena propuesta innovadora – en el sentido expuesto antes-, que revisite y cambie las concepciones, estructuras y mentalidades de instituciones de educación superior, de sus decisores y representantes, acorde a los tiempos y sus necesidades.
Bibliografía
Fainholc, B. (2020) Los STEM y STEAM en la formación de las personas: aumentar posibilidades (en el después Coronavirus) , para superar el estado adverso educativo global
Fainholc, B. (2019). Una transformación tecnológico-educativa electrónica en la educación superior:
reflexiones epistemológicas. RAES, 11(19), pp. 96-107.
Giddens, A (2006). La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de la estructuración, Amorrortu Editores, Buenos Aires, Argentina.
[1] La epistemología (Social Epistemology Dictionary. Universidad de Stanford., 2006)
es un sistema de ideas que justifica una forma de pensar, conocer y entender
procesos humanos para (re)configurar sentido personal, social, institucional, otros
[2] Los STEM y STEAM en la formación de las personas: aumentar posibilidades (en el
después Coronavirus) , para superar el estado adverso educativo global. https://webquestorgar.blogspot.com/2020/09/los-stem-y-steam-en-la-formacion-de-las.html
[3] Giddens, A (2006). La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de la
estructuración, Amorrortu Editores, Buenos Aires, Argentina.
[4] Los marcos epistémicos sostienen las racionalidades que subyacen en los modelos que
se trate. Los marcos no epistémicos, acuerdan con los valores que los planes, decisiones, diseños, y otros se elige. Ej: utilidad pragmática, logro de los objetivos observables en los planes propuestos sin aterrizaje contextual, sociocultural, sentido, etc.
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